En el comentario anterior («De coña»; https://joseluisyela.wordpress.com/2011/08/26/de-cona/) hago referencia a la inminente reforma de la Constitución española propuesta por ZapaTiesto para controlar el gasto público, a exigencia de Trichet, Sarkozy y Merkel, claro. Yo, particularmente, no he dicho en ningún momento que me parezca que no deba ponerse un techo al endeudamiento de las instituciones. Es más, me parece escandaloso que se haya llegado a los niveles de despilfarro a los que se ha llegado, lo cual es la muestra más evidente de eso que yo llamo el «nuevorriquismo» español, que imita, sin ningún control, los ejemplos de otros países ricos que viven a costa de la esquilmación de guante blanco de los recursos del llamado «tercer mundo». ¡Pues claro que hay que poner control! Hace muchísimo tiempo que se debería haber hecho. Lo escandaloso no es ya que se haga ahora, en la situación lamentable a la que se ha llegado; es que se haga de la manera que se hace. Primero, después de que nuestras autoridades hayan estado lustros convenciendo a los españoles de la bondad del modelo de desarrollo basado en el endeudamiento galopante, y habiéndolo justificado con toda clase de ideas peregrinas, oportunistas e interesadas mientras se descalificaba inmisericordemente a quienes argumentábamos en contra; segundo, sin consultar absolutamente a nadie, en el plan más fascistoide que imaginarse cabe (para que nos vayamos acostumbrando, claro). Una absoluta vergüenza.
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A este respecto, leo en Facebook este comentario tan acertado de Rosario Castellanos Lerma: «No podemos permitir las actuaciones de unos políticos que en lugar de representar a los ciudadanos están alineados con el poder financiero. Las desigualdades económicas son cada vez mas escandalosas. No se está proponiendo ninguna medida que fomente una producción sostenible y la conseguiente creación de empleo estable en nuestras comunidades. El camino lógico es fomentar un tejido de producción autóctono, basado en nuestros recursos propios y en la investigación sobre el uso de los mismos de forma indefinida poniendo freno a la globalización y la centralización financiera, que está acabando con la producción y el empleo en España.»
Qué bien escribes, Rosario, y qué cabeza más bien amueblada.
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Acerca de Anarchanthropus crapuloideus
Calvo, feo, gordo y tontorrón. Este es mi perfil de acuerdo con quien más valor tiene para mí, mi adorado -y guasón- hijo Mateo. Podría añadir que soy una especie de anarcántropo crapuloideo. Pero buena gente, ¿eh?. Así que después de la presentación inicial, el resto así como más en serio:
Lo mío son las cosas bien hechas, con gusto y paciencia. Me gusta el silencio, la calma. Me gusta cultivar la tierra, hacer la comida a la brasa, hacer pan, conservar las costumbres ancestrales. Me gustan las miradas firmes de las personas sin dobleces. Me gusta la esencia. Y la forma también, sí; pero sobre la esencia.
Me gusta la soledad, compartida o no. Me aburren y me irritan la mediocridad rampante y la falsedad, la corrupción, la incapacidad y la indolencia que dominan nuestro día a día. Me enojan los “esclavos felices”. Soy raro, dicen. No encajo bien en los moldes convencionales. En muchas situaciones estoy a la contra. Si la inteligencia es la propiedad de adaptarse bien a cualquier circunstancia, no soy particularmente inteligente.
Soy un intelectual inquieto, apasionado del mundo natural. Me fascina la vida. Y el color, los paisajes (¡el Alto Tajo!), el agua limpia, los animales silvestres (en especial los insectos, y sobre todo las mariposas), la montaña, el mar, las flores… Me hice biólogo, aunque padecí mucho durante la licenciatura; mi interés por el mundo natural me ha llevado a ser profesor universitario de Zoología y Conservación Biológica (también me entusiasma la docencia) y a fundar un grupo de investigación. Si no hubiera sido biólogo hubiera sido músico; me cautiva la música. U hortelano. O pintor. O... soñador de vencejos y hadas.
No tengo estilos musicales preferidos, sino músicos preferidos: siempre se ha hecho buena música, y yo creo que ahora también (en contra de lo que opinan algunos críticos). Una relación de la música que más escucho se encuentra en http://www.last.fm/user/Troitio. Me entusiasman también la pintura y la literatura, tanto para disfrutar las creaciones ajenas como para crearlas yo mismo.
Algunas frases ajenas que me han acompañado a lo largo de la vida: “Piensas demasiado para ser feliz” (dicha por la madre de la niña que más me gustó en mi adolescencia y primera juventud; yo no he estado de acuerdo en lo de que pensar “demasiado” te impida ser feliz, y de hecho me considero un privilegiado respecto a la felicidad). “Deja ya las mariposas, que no te van a dar de comer” (dicha por mi abuela paterna, que no entendía bien mi afición precoz, y que a la postre también se ha demostrado que era errónea, porque desde luego que me han dado de comer, a pesar de dedicarme a ellas y de hacerlo a contracorriente de las modas productivistas dominantes). "¿Cómo una persona que es en sí por completo un método, puede comprender mi anarquía natural?" (Richard Wagner). "Sólo aquel que lleva un caos dentro de sí puede alumbrar una estrella danzarina" (Friedrich W. Nietzsche). "Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar. Necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte." (José Saramago). "El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda." (Concepción Arenal). "Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza. Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos". (Charles Bukowski. ¿O ésta es de Homer Simpson?).
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