Al hilo del mensaje anterior y de otra publicación mía aquí, ha seguido el intercambio de mensajes:
CF: Vengo de leer los comentarios sobre la deuda externa y la xenofobia ibérica en tu blog y no puedo estar más de acuerdo con PR. Totalmente injusto y vergonzoso. Sin lugar a dudas, se va haciendo más que necesario poner en práctica esta triple S y dejar de una vez por todas de mirar únicamente las pelotillas que se acumulan en nuestro ombligo y lo largas que se nos ponen las uñas (…).
José Luis Yela: Si, pero… Ya ves que yo he escrito "Solo de esta forma se PODRÍA…", porque en absoluto confío en que los humanos podamos (mi anterior comentario es más una declaración de principios teórica que otra cosa). Si fuera sencillo, ya nos habríamos puesto seriamente a ello. Pero hay condicionantes que no son solo sociales, o al menos a mí me parece verosimil la hipótesis que mantienen muchos psicólogos evolutivos y sociólogos que postula que hay una componente adaptativa fuerte que nos hace acaparadores por un lado y derrochadores por otro, componente que es extremadamente difícil de encauzar con efectividad. Es plausible que ese rasgo adquirido por presión de selección natural a lo largo de unos dos millones de años (al menos) y tan fijamente anclado en nuestros genes haya sido tanto el responsable de nuestro éxito biológico como, ahora, de nuestra extinción. Así es la evolución: lo que en una circunstancia resulta beneficioso bajo otra diferente se vuelve perjudicial. Si estos razonamientos (darwinianos), que han salido airosos después de un siglo de intenso sometimiento a contraste por científicos y no científicos, no son tenidos en cuenta por quienes trabajan o escriben sobre estas cosas, como ocurre de hecho, los resultados del trabajo o de los escritos no pasarán con toda probabilidad del entorno de lo especulativo.
Moraleja: lo tenemos realmente complicado. Muy complicado.
Moraleja: lo tenemos realmente complicado. Muy complicado.