Lejos del mundanal ruido

“Lejos de la demente multitud que lucha,
sus sobrios deseos nunca aprendieron a callar;
a lo largo del fresco valle de la vida,
conservaron el son silencioso de su vagar.”

Elegía escrita en un cementerio de aldea. Thomas Gray, 1751.

El contacto con el alumnado; la posibilidad de transmitir de manera sintética pero rigurosa los vericuetos del proceso evolutivo y de la génesis, mantenimiento y extinción de la diversidad animal, incluido el linaje humano; la oportunidad de ir propagando de forma casi imperceptible las semillas de la curiosidad, del pensamiento crítico, del gozo por la observación minuciosa y sistemática y de la comprobación de los fenómenos; la sensación de compartir el placer por la contemplación, el disfrute y la comprensión de los secretos del mundo natural… todo eso no tiene precio. Todo eso hace que los espejismos del mundanal ruido se difuminen, se diluyan como la sal que cae a un arroyo. Arriba, en el monte, todas las miserias parecen lejanas. Lo cercano son las hojas de arbustos y árboles, el murmullo del torrente y de la cascada, la caricia de la brisa, el canto de las aves de la ribera y del encinar, el zumbido de los insectos, los mil colores de las flores.

Habíamos quedado a las 9 cinco de mis alumnos de primer curso y yo para cumplir con la salida anual al campo. Desde hace años, esta actividad es voluntaria; solo acuden aquellos que de verdad quieren venir. De esa forma no hay prisas y se puede uno detener en cuantos lugares sea necesario. Este año subimos por la orilla izquierda del arroyo Morterón hasta culminar la cascada del Mal Fario, camino que no es fácil por la cantidad de arbustos y herbáceas de todo tipo que casi impiden el paso en algunos puntos.

La tropa (Roberto, Darío, Leo, el menda y Huayra) en la base de la cascada del Mal Fario. La foto es de Sofía Benavides.

Fuimos parando aproximadamente cada 100 metros para realizar estaciones de escucha de aves de 3 minutos. No estuvo mal; mirlos, ruiseñores comunes, ruiseñores bastardos, currucas capirotadas, algún petirrojo, jilgueros, herrerillos, perdices, estorninos y abejarucos, y el perenne coro de palomas torcaces y tórtolas turcas. La función de riqueza acumulada se nos estabilizó en 14 especies, porque además vimos un milano real y algunas urracas, y un pito real fuera de tiempo. Puesto que hay muchísimas plantas bajas en flor, fuimos también observándolas e identificándolas, y los chicos cogieron muestras para sus herbarios. Sobre las flores pudimos ver algunas especies interesantes de dípteros, himenópteros y coleópteros, y alguna mariposa. No tuvimos ocasión de encontrar ninguna huella o rastro de tetrápodo no aviar, aunque si vimos algunas lagartijas colilargas.

A la vuelta subimos a casa, a examinar algunos de los cráneos de aves y mamíferos que tengo a la entrada, fijándonos en las suturas craneales y las fosetas (y los arcos cigomáticos de los mamíferos), así como las posiciones de los foramina magna. Luego les enseñé una pequeña parte de la colección de noctuidos, y algunas otras mariposas y polillas espectaculares e interesantes. Más tarde subimos a Montesión, a ver los nidos de abejaruco. Tuvimos suerte, y pudimos observar bastantes adultos dando vueltas por los alrededores, y llenando el ambiente con su canto tan particular. Después subimos hasta la parte más alta, cubierta de encinar mesomediterráneo, que estaba más seca que el valle del Morterón. Pero aun así pudimos ver algún conejo y algunos insectos interesantes, como Libelloides.

Una mañana bien aprovechada, en uno de los mejores sitios posibles de Toledo y sus alrededores. ¿Soy o no un afortunado?

Acerca de Anarchanthropus crapuloideus

Calvo, feo, gordo y tontorrón. Este es mi perfil de acuerdo con quien más valor tiene para mí, mi adorado -y guasón- hijo Mateo. Podría añadir que soy una especie de anarcántropo crapuloideo. Pero buena gente, ¿eh?. Así que después de la presentación inicial, el resto así como más en serio: Lo mío son las cosas bien hechas, con gusto y paciencia. Me gusta el silencio, la calma. Me gusta cultivar la tierra, hacer la comida a la brasa, hacer pan, conservar las costumbres ancestrales. Me gustan las miradas firmes de las personas sin dobleces. Me gusta la esencia. Y la forma también, sí; pero sobre la esencia. Me gusta la soledad, compartida o no. Me aburren y me irritan la mediocridad rampante y la falsedad, la corrupción, la incapacidad y la indolencia que dominan nuestro día a día. Me enojan los “esclavos felices”. Soy raro, dicen. No encajo bien en los moldes convencionales. En muchas situaciones estoy a la contra. Si la inteligencia es la propiedad de adaptarse bien a cualquier circunstancia, no soy particularmente inteligente. Soy un intelectual inquieto, apasionado del mundo natural. Me fascina la vida. Y el color, los paisajes (¡el Alto Tajo!), el agua limpia, los animales silvestres (en especial los insectos, y sobre todo las mariposas), la montaña, el mar, las flores… Me hice biólogo, aunque padecí mucho durante la licenciatura; mi interés por el mundo natural me ha llevado a ser profesor universitario de Zoología y Conservación Biológica (también me entusiasma la docencia) y a fundar un grupo de investigación. Si no hubiera sido biólogo hubiera sido músico; me cautiva la música. U hortelano. O pintor. O... soñador de vencejos y hadas. No tengo estilos musicales preferidos, sino músicos preferidos: siempre se ha hecho buena música, y yo creo que ahora también (en contra de lo que opinan algunos críticos). Una relación de la música que más escucho se encuentra en http://www.last.fm/user/Troitio. Me entusiasman también la pintura y la literatura, tanto para disfrutar las creaciones ajenas como para crearlas yo mismo. Algunas frases ajenas que me han acompañado a lo largo de la vida: “Piensas demasiado para ser feliz” (dicha por la madre de la niña que más me gustó en mi adolescencia y primera juventud; yo no he estado de acuerdo en lo de que pensar “demasiado” te impida ser feliz, y de hecho me considero un privilegiado respecto a la felicidad). “Deja ya las mariposas, que no te van a dar de comer” (dicha por mi abuela paterna, que no entendía bien mi afición precoz, y que a la postre también se ha demostrado que era errónea, porque desde luego que me han dado de comer, a pesar de dedicarme a ellas y de hacerlo a contracorriente de las modas productivistas dominantes). "¿Cómo una persona que es en sí por completo un método, puede comprender mi anarquía natural?" (Richard Wagner). "Sólo aquel que lleva un caos dentro de sí puede alumbrar una estrella danzarina" (Friedrich W. Nietzsche). "Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar. Necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte." (José Saramago). "El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda." (Concepción Arenal). "Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza. Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos". (Charles Bukowski. ¿O ésta es de Homer Simpson?).
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