Durante toda mi trayectoria profesional, me he negado tajantemente a que mi actividad fuera de corte industrial, es decir, en serie y tendente a optimizar la producción en el menor tiempo posible, que es lo que te exige la curriculitis al uso. He tratado de convertirla en trabajo orfebre, artesanal. Por eso no conoce horario estricto ni festividad; cualquier momento es bueno para dedicarte a ella, pues lo haces con amor. Otra consecuencia es que queda parcialmente desvinculada del alienante ritmo de los proyectos financiados institucionalmente. En la foto, trabajando en domingo con las muestras de noctuoideos obtenidas casi todas ellas antes del periodo de duración del proyecto Fauna Ibérica: Noctuoidea I (y algunas, más tarde), una vez que dicho periodo ya ha concluido de manera oficial. Para mí no concluirá nunca, y enlazará con los siguientes (si las mentes que deciden tienen a bien concederlos, y no dedicar toda la financiación disponible a los probos promotores y colaboracionistas del productivismo de corte industrial). ¿Me expreso claramente?
(En la caja, muestras cedidas por diferentes colegas, sin cuya colaboración el proyecto no habría podido salir adelante. En este caso debo mencionar a Ángel Bernal Paniagua, Erhardt Bodi, Arcadi Cervelló, Adolfo Cordero, Maurits De Vrieze, Teresa Farino, Fidel Fernández Rubio, Michael Fibiger, Enrique García-Barros, Barry Goater, Carlos Gómez de Aizpúrua, Miguel R. Gómez Bustillo, Dave Grundy, Penny Hale, Carlos M. Herrera, Manuel Huertas Dionisio, Eduardo Jarillo, Stephen Knapp, Tomás Latasa Asso, José Martín Cano, Miguel Ángel Martínez Jimeno, David Molina Molina, José Luis Muñoz, Antonio Palanca, Maxime Pastore, José Joaquín Pérez de Gregorio, Alberto Redondo, Rafael Rodríguez Pino, Ignacio Romañá, Gabor Ronkay, László Ronkay, Daniel Sánchez Eguialde, Alberto del Saz, Werner Schmidt-Koehl, Carlos Suárez García, Rafael Tamajón, Francisco de la Torre, Pedro Velasco, José Luis Viejo y Antonio Vives Moreno.)
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Acerca de Anarchanthropus crapuloideus
Calvo, feo, gordo y tontorrón. Este es mi perfil de acuerdo con quien más valor tiene para mí, mi adorado -y guasón- hijo Mateo. Podría añadir que soy una especie de anarcántropo crapuloideo. Pero buena gente, ¿eh?. Así que después de la presentación inicial, el resto así como más en serio:
Lo mío son las cosas bien hechas, con gusto y paciencia. Me gusta el silencio, la calma. Me gusta cultivar la tierra, hacer la comida a la brasa, hacer pan, conservar las costumbres ancestrales. Me gustan las miradas firmes de las personas sin dobleces. Me gusta la esencia. Y la forma también, sí; pero sobre la esencia.
Me gusta la soledad, compartida o no. Me aburren y me irritan la mediocridad rampante y la falsedad, la corrupción, la incapacidad y la indolencia que dominan nuestro día a día. Me enojan los “esclavos felices”. Soy raro, dicen. No encajo bien en los moldes convencionales. En muchas situaciones estoy a la contra. Si la inteligencia es la propiedad de adaptarse bien a cualquier circunstancia, no soy particularmente inteligente.
Soy un intelectual inquieto, apasionado del mundo natural. Me fascina la vida. Y el color, los paisajes (¡el Alto Tajo!), el agua limpia, los animales silvestres (en especial los insectos, y sobre todo las mariposas), la montaña, el mar, las flores… Me hice biólogo, aunque padecí mucho durante la licenciatura; mi interés por el mundo natural me ha llevado a ser profesor universitario de Zoología y Conservación Biológica (también me entusiasma la docencia) y a fundar un grupo de investigación. Si no hubiera sido biólogo hubiera sido músico; me cautiva la música. U hortelano. O pintor. O... soñador de vencejos y hadas.
No tengo estilos musicales preferidos, sino músicos preferidos: siempre se ha hecho buena música, y yo creo que ahora también (en contra de lo que opinan algunos críticos). Una relación de la música que más escucho se encuentra en http://www.last.fm/user/Troitio. Me entusiasman también la pintura y la literatura, tanto para disfrutar las creaciones ajenas como para crearlas yo mismo.
Algunas frases ajenas que me han acompañado a lo largo de la vida: “Piensas demasiado para ser feliz” (dicha por la madre de la niña que más me gustó en mi adolescencia y primera juventud; yo no he estado de acuerdo en lo de que pensar “demasiado” te impida ser feliz, y de hecho me considero un privilegiado respecto a la felicidad). “Deja ya las mariposas, que no te van a dar de comer” (dicha por mi abuela paterna, que no entendía bien mi afición precoz, y que a la postre también se ha demostrado que era errónea, porque desde luego que me han dado de comer, a pesar de dedicarme a ellas y de hacerlo a contracorriente de las modas productivistas dominantes). "¿Cómo una persona que es en sí por completo un método, puede comprender mi anarquía natural?" (Richard Wagner). "Sólo aquel que lleva un caos dentro de sí puede alumbrar una estrella danzarina" (Friedrich W. Nietzsche). "Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar. Necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte." (José Saramago). "El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda." (Concepción Arenal). "Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza. Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos". (Charles Bukowski. ¿O ésta es de Homer Simpson?).