– Pero, ¿el comunismo no defiende la eliminación de la propiedad privada?
– Si, el comunismo moderno, desarrollado por Marx y Engels, postula la eliminación de la propiedad privada al menos en dos sentidos: por un lado, propone la abolición de la hacienda y del derecho a la herencia, y por otro plantea la propiedad común de los medios de producción. Lo cual representa, en definitiva, una colectivización individual y otra general.
– Pero, ¿eso es posible?
– Pues no lo sabemos. Lo que sí parece, a la luz de los conocimientos de hoy día, es que la interpretación marxista no considera suficientemente bien la componente biológica, adaptativa, del comportamiento social humano, y por lo tanto, por reducida que esta sea, la interpretación marxista ortodoxa es parcial.
– ¿En qué sentido?
– Desde mi punto de vista, sobre todo desde una perspectiva centrada en la organización individual o de pequeños grupos. Durante más de dos millones de años, los humanos nos hemos organizado en clanes pequeños de individuos divagantes, con como mucho asentamientos temporales, que para subsistir necesitaban hacer frente de manera efectiva sobre todo a dos circunstancias amenazantes: los depredadores y la impredecibilidad del alimento. Eso fue moldeando por un lado nuestro carácter agresivo y por otro nuestro comportamiento acaparador. Este último puede estar en la base de la tremenda crisis ambiental que estamos provocando en el contexto actual de sobrepoblación colosal, pero también puede explicar, al menos parcialmente, por qué nos resulta imposible asumir una organización que no contemple un cierto grado de propiedad individual o privada. ¿Te imaginas tener que empezar todos los días desde cero, sin nada absolutamente que considerar como tuyo, aunque ese sentimiento de propiedad sea parcialmente transitorio?
*********
Una cosa es la abolición de la propiedad privada, que parece imposible, y otra su regulación, que se antoja imprescindible para frenar la desigualdad social extrema (y creciente, actualmente). Es por ahí por donde parecen caminar las propuestas del llamado eurocomunismo, que tratan de superar las terribles consecuencias que ocasionó la aplicación de la «dictadura del proletariado» en la Unión Soviética y en sus países satélites.
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Acerca de Anarchanthropus crapuloideus
Calvo, feo, gordo y tontorrón. Este es mi perfil de acuerdo con quien más valor tiene para mí, mi adorado -y guasón- hijo Mateo. Podría añadir que soy una especie de anarcántropo crapuloideo. Pero buena gente, ¿eh?. Así que después de la presentación inicial, el resto así como más en serio:
Lo mío son las cosas bien hechas, con gusto y paciencia. Me gusta el silencio, la calma. Me gusta cultivar la tierra, hacer la comida a la brasa, hacer pan, conservar las costumbres ancestrales. Me gustan las miradas firmes de las personas sin dobleces. Me gusta la esencia. Y la forma también, sí; pero sobre la esencia.
Me gusta la soledad, compartida o no. Me aburren y me irritan la mediocridad rampante y la falsedad, la corrupción, la incapacidad y la indolencia que dominan nuestro día a día. Me enojan los “esclavos felices”. Soy raro, dicen. No encajo bien en los moldes convencionales. En muchas situaciones estoy a la contra. Si la inteligencia es la propiedad de adaptarse bien a cualquier circunstancia, no soy particularmente inteligente.
Soy un intelectual inquieto, apasionado del mundo natural. Me fascina la vida. Y el color, los paisajes (¡el Alto Tajo!), el agua limpia, los animales silvestres (en especial los insectos, y sobre todo las mariposas), la montaña, el mar, las flores… Me hice biólogo, aunque padecí mucho durante la licenciatura; mi interés por el mundo natural me ha llevado a ser profesor universitario de Zoología y Conservación Biológica (también me entusiasma la docencia) y a fundar un grupo de investigación. Si no hubiera sido biólogo hubiera sido músico; me cautiva la música. U hortelano. O pintor. O... soñador de vencejos y hadas.
No tengo estilos musicales preferidos, sino músicos preferidos: siempre se ha hecho buena música, y yo creo que ahora también (en contra de lo que opinan algunos críticos). Una relación de la música que más escucho se encuentra en http://www.last.fm/user/Troitio. Me entusiasman también la pintura y la literatura, tanto para disfrutar las creaciones ajenas como para crearlas yo mismo.
Algunas frases ajenas que me han acompañado a lo largo de la vida: “Piensas demasiado para ser feliz” (dicha por la madre de la niña que más me gustó en mi adolescencia y primera juventud; yo no he estado de acuerdo en lo de que pensar “demasiado” te impida ser feliz, y de hecho me considero un privilegiado respecto a la felicidad). “Deja ya las mariposas, que no te van a dar de comer” (dicha por mi abuela paterna, que no entendía bien mi afición precoz, y que a la postre también se ha demostrado que era errónea, porque desde luego que me han dado de comer, a pesar de dedicarme a ellas y de hacerlo a contracorriente de las modas productivistas dominantes). "¿Cómo una persona que es en sí por completo un método, puede comprender mi anarquía natural?" (Richard Wagner). "Sólo aquel que lleva un caos dentro de sí puede alumbrar una estrella danzarina" (Friedrich W. Nietzsche). "Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar. Necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte." (José Saramago). "El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda." (Concepción Arenal). "Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza. Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos". (Charles Bukowski. ¿O ésta es de Homer Simpson?).