Sobre la capacidad de escribir mejor o peor a mano hemos mantenido una conversación interesante en Facebook esta mañana, de la que extraigo un par de comentarios.
José Luis Yela: Escribir a mano supone adquirir una destreza fundamental que modula de manera decisiva un área cerebral concreta. Por lo que he leído, eso contribuye a favorecer el desarrollo de otras destrezas manuales y no manuales. Las destrezas manuales son radicalmente importantes, ya que están en la misma base de la adquisición evolutiva de algunos rasgos clave que han determinado que seamos humanos. Luego fomentar el aprendizaje de la escritura en la escuela es importantísimo, a la vez que el hábito de la lectura. Eso si, en su momento oportuno, claro, y no a los 3 o 4 años como se intenta ahora en muchos colegios, con la intención de correr más para aprender más. Solemne tontuna; hay que aprender lo justo pero hacerlo bien. (Sobre lo que es «lo justo» los pedagogos han escrito muchísimo). ¿Que escribir cuesta? ¡Pues claro! ¿Y qué no cuesta? Hay que enseñar a los chavales a valorar el esfuerzo como se merece, y no contribuir a hacerles seres adocenados. El adocenado es mucho más fácil de manejar.
Por lo demás, de acuerdo en que internet supone una fuente de magnificación de sensacionalismos y bobería, etc; por eso es importante que sepamos discriminar. Es decir, que los educadores enseñemos a discriminar a nuestros educandos.
LM: Estoy de acuerdo con la importancia de las destrezas manuales… …El currículo de enseñanza en España no es que sea una locura, es una total incoherencia e insensatez… Enormes cantidades de contenidos repetidos de memoria… descuidandose la lectura, la escritura, el cálculo… lo básico, vamos. Dicho esto, los alumnos que yo recibo son ya grandecitos, ya estuvieron en primaria… y muchos vienen con unos problemas tremendos de lectoescritura, que difícilmente puedo resolver yo en mi clase de biología, tampoco se hace en lengua y según en qué centro, a lo mejor, quizás, se trabaje con el PT. O sea… el problema gordo que viene de primaria, en la mayor parte de los casos, no se resuelve. Ya puedo poner yo a un niño con problemas de grafía a escribir su biografía, que puede llegar a tardar siglos, sus escritos no se van a entender y tardará muchísimo tiempo. Porque de esos 30 alumnos que tienes en el aula, 20 escribirán normal, incluso bien, y el resto tendrán dislexia, Asperger (que suelen tener problemas de escritura y odian escribir), déficit de atención, etc, etc. Quizás el fomento de la escritura sea clave en primaria. En secundaria, y tal como está horriblemente planteado el sistema… dudo mucho que pueda generar beneficios en esos niños con problemas (no digo en los que sí escriben). Y te digo esto aclarándote que cuando pido escritos o trabajos normalmente los pido a mano porque sino hacen copiar/pegar del ordenador sin ton ni son. Pero insisto, para algunos alumnos es una tortura escribir. Y con 12 años que yo los recibo… puedo hacer algo, pero no mucho ya. Se hacen cosas, lo que podemos, pero desde mi materia no creo que pueda contribuir mucho a mejorar la escritura. Sí me interesa mucho fomentar el espíritu crítico, pero normalmente no lo hago con escritos.
José Luis Yela: Pues te puedes imaginar cómo me llegan a mi los alumnos en primer curso de Ambientales. Unos poquitos dominan la capacidad lectoescritora muy bien, bastantes regular, la mayoría mal (no saben redactar, no pueden concentrarse en desarrollar un texto a través de una secuencia lógica) y una fracción no despreciable muy mal, catastróficamente mal. Pero eso es lo que hay, y con esos mimbres hay que procurar construir los mejores cestos posible.
Si, es complicadísimo, casi insuperable. Y a los que nos enfrentamos seriamente a ello, pues entre otras cosas así nos lo exige la «formación en competencias» a que nos somete Bolonia, y no nos refugiamos en nuestra investigación solamente, no se nos reconoce en absoluto. Al revés, se nos penaliza. Durante los dos últimos años yo he recibido solo una parte del complemento de la «calidad docente» (en total, 2.000 euros cada año), porque no había cumplido con los mínimos que la UCLM exige en materia de investigación. O mejor dicho, en materia de número de publicaciones en revistas del circuito comercial mayoritario, el famoso ISI. Hale, chúpate esa. O pasas por el agujero que te marcan, o te comes los mocos. Por mucho y bien que te pudieras dedicar a lo que tú crees que te tienes que dedicar. Así que no me extraña que la mayoría de mis colegas se refugien en la investigación, claro, y le den a la manivela de una u otra forma.