¿Extinción humana total o selectiva? Hipótesis del suicidio colectivo frente a hipótesis de la necropolítica

Durante mucho tiempo he defendido la hipótesis de la extinción humana inminente, pues todos los indicadores biológicos parecen apuntar en esa dirección. Sin embargo, de un tiempo a esta parte me da la impresión de que dicha hipótesis no es tan verosímil como pudiera haberme parecido, y que ha sido auspiciada y favorecida precisamente por quienes manejan los hilos, con objeto de despistar, y defendida subsiguientemente por un sector académico proclive al conservadurismo ideológico (Ehrlich, Wilson y otros). A tenor de lo que está ocurriendo desde hace 20 años para acá, particularmente en las esferas financieras y políticas, uno diría más bien que las élites, conscientes de la gravedad de las circunstancias, promueven situaciones tales que favorezcan que seamos los ciudadanos medios, asalariados, funcionarios y parados, quienes acabemos con nosotros mismos, a fuerza de ponernos en situaciones límite. He recordado hoy esta idea con intensidad al leer el comentario de un colega en Facebook, quien denomina “necropolítica” (siguiendo a Achille Mbembe, http://www.mara-stream.org/wp-content/uploads/2011/11/Achille-Mbembe_Necropolitics.pdf) a estos procedimientos fundamentados en las ideologías neoliberales y anarcocapitalistas:

JFMV: “La progresiva privatización del sistema público sanitario es el más alarmante indicador de cómo el neoliberalismo europeo, en esta fase autoritaria, transforma su biopolítica (control de la vida[, en el sentido de Kjellén y Foucault]) en necropolítica (administración de la muerte), privando a fracciones cada vez más amplias de las clases trabajadoras de las condiciones jurídico-políticas y los instrumentos materiales que garantizan su (ya muy precario) derecho a la salud.”

Tienen toda la razón, me parece. Él y Mbembe.

Acerca de Anarchanthropus crapuloideus

Calvo, feo, gordo y tontorrón. Este es mi perfil de acuerdo con quien más valor tiene para mí, mi adorado -y guasón- hijo Mateo. Podría añadir que soy una especie de anarcántropo crapuloideo. Pero buena gente, ¿eh?. Así que después de la presentación inicial, el resto así como más en serio: Lo mío son las cosas bien hechas, con gusto y paciencia. Me gusta el silencio, la calma. Me gusta cultivar la tierra, hacer la comida a la brasa, hacer pan, conservar las costumbres ancestrales. Me gustan las miradas firmes de las personas sin dobleces. Me gusta la esencia. Y la forma también, sí; pero sobre la esencia. Me gusta la soledad, compartida o no. Me aburren y me irritan la mediocridad rampante y la falsedad, la corrupción, la incapacidad y la indolencia que dominan nuestro día a día. Me enojan los “esclavos felices”. Soy raro, dicen. No encajo bien en los moldes convencionales. En muchas situaciones estoy a la contra. Si la inteligencia es la propiedad de adaptarse bien a cualquier circunstancia, no soy particularmente inteligente. Soy un intelectual inquieto, apasionado del mundo natural. Me fascina la vida. Y el color, los paisajes (¡el Alto Tajo!), el agua limpia, los animales silvestres (en especial los insectos, y sobre todo las mariposas), la montaña, el mar, las flores… Me hice biólogo, aunque padecí mucho durante la licenciatura; mi interés por el mundo natural me ha llevado a ser profesor universitario de Zoología y Conservación Biológica (también me entusiasma la docencia) y a fundar un grupo de investigación. Si no hubiera sido biólogo hubiera sido músico; me cautiva la música. U hortelano. O pintor. O... soñador de vencejos y hadas. No tengo estilos musicales preferidos, sino músicos preferidos: siempre se ha hecho buena música, y yo creo que ahora también (en contra de lo que opinan algunos críticos). Una relación de la música que más escucho se encuentra en http://www.last.fm/user/Troitio. Me entusiasman también la pintura y la literatura, tanto para disfrutar las creaciones ajenas como para crearlas yo mismo. Algunas frases ajenas que me han acompañado a lo largo de la vida: “Piensas demasiado para ser feliz” (dicha por la madre de la niña que más me gustó en mi adolescencia y primera juventud; yo no he estado de acuerdo en lo de que pensar “demasiado” te impida ser feliz, y de hecho me considero un privilegiado respecto a la felicidad). “Deja ya las mariposas, que no te van a dar de comer” (dicha por mi abuela paterna, que no entendía bien mi afición precoz, y que a la postre también se ha demostrado que era errónea, porque desde luego que me han dado de comer, a pesar de dedicarme a ellas y de hacerlo a contracorriente de las modas productivistas dominantes). "¿Cómo una persona que es en sí por completo un método, puede comprender mi anarquía natural?" (Richard Wagner). "Sólo aquel que lleva un caos dentro de sí puede alumbrar una estrella danzarina" (Friedrich W. Nietzsche). "Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar. Necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte." (José Saramago). "El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda." (Concepción Arenal). "Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza. Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos". (Charles Bukowski. ¿O ésta es de Homer Simpson?).
Esta entrada fue publicada en Sostenibilidad, conservación y extinción. Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a ¿Extinción humana total o selectiva? Hipótesis del suicidio colectivo frente a hipótesis de la necropolítica

  1. José Luis dijo:

    No es contradictorio con la extinción humana en su conjunto. Una política deliberada de enriquecimiento a costa del mercadeo de la muerte no evita la extinción total. Es más la obtención de beneficios económicos por la disminución de la esperanza de vida de amplios sectores sociales podría ser una de las últimas fuentes de ingresos de la clase capitalista.

  2. Conde Nado dijo:

    Si, es cierto, tienes mucha razón. Debería haber dejado más claro en mi texto que me estaba refiriendo a un plazo relativamente corto de tiempo. Realmente, una política deliberada de enriquecimiento a costa del mercadeo de la muerte no evita *necesariamente* la extinción total, pero si puede retrasar significativamente la de la fracción de privilegiados que sobrevivan, teniendo en cuenta que los enormes avances tecnológicos y la sustitución de la mano de obra humana por maquinaria especializada hacen prescindibles a amplios sectores de la población trabajadora. Es muy plausible que en eso estén pensando los bilderbergianos, rockefellerianos y demás ralea clasista, a tenor de los precedentes (manifestaciones públicas del club de Roma, etc.) y a tenor de las políticas socioeconómicas que se están imponiendo implacablemente desde la época Reagan-Tatcher. ¿De qué otra forma se puede interpretar el discurso inícuo y sanguinario del mequetrefe humano llamado Aznar en relación con Iraq? ¿De qué otra forma se pueden interpretar las modernas guerras de corte imperialista y neocolonial, cuyo trasfondo es el dominio por los recursos energéticos y que ocurren a miles de kilómetros del país agresor?

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.