Argentina, o más de lo mismo

Mis colegas argentinos se han vuelto medio locos de alegría cuando Cristina Fernández de Kirchner ha vuelto a ganar las elecciones de aquel país. Yo, modestamente, y desde la distancia, no salgo de mi asombro. No porque Kirchner no intente favorecer determinado tipo de políticas sociales, no; sino porque, tal como yo lo interpreto, el núcleo de su discurso no es muy diferente del defendido por la gran transnacional imperialista mercantil yanki-europea. Es, desde el punto de vista de la gestión económica y ambiental, claramente neoliberal.

Yo me pregunto qué precio pagará Argentina a medio plazo por la política minera ambientalmente insostenible, desarrollista, intensivista y de inspiración claramente neoliberal en lo económico que está fomentando Kirchner, que sus enardecidos defensores postulan como la salvación porque ha permitido, eso es cierto, una mejora coyuntural sustancial del nivel de vida medio. El siguiente vídeo, con todas sus imperfecciones e interpretaciones parcialmente sesgadas, es bastante ilustrativo al respecto:

http://www.facebook.com/l.php?u=http%3A%2F%2Fwww.youtube.com%2Fwatch%3Fv%3DG0_6RMhVnjk&h=9AQHK2AaG

Y ni mucho menos la minería es su único punto oscuro. Hay al menos otro mucho más oscuro todavía. Argentina está vendida literalmente al poder de unas pocas multinacionales poderosísimas que han cubierto literalmente su suelo agrícola del cultivo insostenible por excelencia, ambiental y socialmente hablando: la soja transgénica. Mis colegas argentinos se niegan a hablar de eso. ¿Por qué?

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Cometarios en Facebook:

José Luis Yela: Nada. Ni uno. No contesta ni uno…

BF: Tienen miedo???

José Luis Yela: No creo. O no se han pasado por aquí o simplemente han empezado a enfrentarse a sus propias contradicciones, puesto que han estado defendiendo «a muerte», vehementemente y de manera irracional, a Kirchner, incluso los más ácratas.
Que conste que, en un orden de cosas parecido, yo me alegré inmensamente la primera vez que Felipe González fue elegido presidente español, porque realmente pensé que aquello era el principio de una nueva era. Y efectivamente lo era: era el principio del fin. La traición a la ilusión que supuso la dinámica en que entraron los gobiernos de González (caciquismo, sometimiento a los grandes poderes fácticos y a la OTAN, «cultura del pelotazo», mantenimiento de las políticas represoras, GAL) no fue sino el preludio de lo que tenía que venir después, por muchas palabras bellas y justificaciones altisonantes que tanto González como sus sucesores hayan querido poner sobre el tapete. Ahora maldigo aquello, porque la llama de esperanza popular que se encendió en 1975 se apagó, en este momento lo vemos, en 1982. Algún día, creo, los argentinos que ahora levitan sobre una nube ficticia acabarán diciendo algo parecido, me temo.

Acerca de Anarchanthropus crapuloideus

Calvo, feo, gordo y tontorrón. Este es mi perfil de acuerdo con quien más valor tiene para mí, mi adorado -y guasón- hijo Mateo. Podría añadir que soy una especie de anarcántropo crapuloideo. Pero buena gente, ¿eh?. Así que después de la presentación inicial, el resto así como más en serio: Lo mío son las cosas bien hechas, con gusto y paciencia. Me gusta el silencio, la calma. Me gusta cultivar la tierra, hacer la comida a la brasa, hacer pan, conservar las costumbres ancestrales. Me gustan las miradas firmes de las personas sin dobleces. Me gusta la esencia. Y la forma también, sí; pero sobre la esencia. Me gusta la soledad, compartida o no. Me aburren y me irritan la mediocridad rampante y la falsedad, la corrupción, la incapacidad y la indolencia que dominan nuestro día a día. Me enojan los “esclavos felices”. Soy raro, dicen. No encajo bien en los moldes convencionales. En muchas situaciones estoy a la contra. Si la inteligencia es la propiedad de adaptarse bien a cualquier circunstancia, no soy particularmente inteligente. Soy un intelectual inquieto, apasionado del mundo natural. Me fascina la vida. Y el color, los paisajes (¡el Alto Tajo!), el agua limpia, los animales silvestres (en especial los insectos, y sobre todo las mariposas), la montaña, el mar, las flores… Me hice biólogo, aunque padecí mucho durante la licenciatura; mi interés por el mundo natural me ha llevado a ser profesor universitario de Zoología y Conservación Biológica (también me entusiasma la docencia) y a fundar un grupo de investigación. Si no hubiera sido biólogo hubiera sido músico; me cautiva la música. U hortelano. O pintor. O... soñador de vencejos y hadas. No tengo estilos musicales preferidos, sino músicos preferidos: siempre se ha hecho buena música, y yo creo que ahora también (en contra de lo que opinan algunos críticos). Una relación de la música que más escucho se encuentra en http://www.last.fm/user/Troitio. Me entusiasman también la pintura y la literatura, tanto para disfrutar las creaciones ajenas como para crearlas yo mismo. Algunas frases ajenas que me han acompañado a lo largo de la vida: “Piensas demasiado para ser feliz” (dicha por la madre de la niña que más me gustó en mi adolescencia y primera juventud; yo no he estado de acuerdo en lo de que pensar “demasiado” te impida ser feliz, y de hecho me considero un privilegiado respecto a la felicidad). “Deja ya las mariposas, que no te van a dar de comer” (dicha por mi abuela paterna, que no entendía bien mi afición precoz, y que a la postre también se ha demostrado que era errónea, porque desde luego que me han dado de comer, a pesar de dedicarme a ellas y de hacerlo a contracorriente de las modas productivistas dominantes). "¿Cómo una persona que es en sí por completo un método, puede comprender mi anarquía natural?" (Richard Wagner). "Sólo aquel que lleva un caos dentro de sí puede alumbrar una estrella danzarina" (Friedrich W. Nietzsche). "Creo que en la sociedad actual nos falta filosofía. Filosofía como espacio, lugar, método de reflexión, que puede no tener un objetivo concreto, como la ciencia, que avanza para satisfacer objetivos. Nos falta reflexión, pensar. Necesitamos el trabajo de pensar, y me parece que, sin ideas, no vamos a ninguna parte." (José Saramago). "El ruido de las carcajadas pasa. La fuerza de los razonamientos queda." (Concepción Arenal). "Estamos aquí para desaprender las enseñanzas de la iglesia, el estado y nuestro sistema educativo. Estamos aquí para tomar cerveza. Estamos aquí para matar la guerra. Estamos aquí para reírnos del destino y vivir tan bien nuestra vida que la muerte tiemble al recibirnos". (Charles Bukowski. ¿O ésta es de Homer Simpson?).
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Una respuesta a Argentina, o más de lo mismo

  1. Somos pues, el resultado de nuestra responsabilidad, pecadores de optar por quienes en aras de supremos intereses nos defenestraron creyéndonos atacados por virus de aplacamiento. Fracturados y meditabundos, caminamos por esparcidas sendas de votos sin fuerza resultante…

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